(XX CONGRESO PCE CUADERNO 1: DOCUMENTO POLÍTICO Pagina 38)

La Conferencia del PCE del año 2012 planteó un propuesta sobre cultura y medios de comunicación que es perfectamente válida en este momento y que hemos ido trasladando a los documentos congresuales posteriores, al señalar que la cultura predominante sustenta los valores que el capitalismo propugna e impone la unificación de la economía y del pensamiento a nivel mundial, en lo que hemos venido a denominar «pensamiento único», convirtiéndose en un instrumento fundamental del dominio capitalista.

El  esfuerzo  del  capitalismo  para  que  el  modelo  neoliberal  de  sociedad  gane  la hegemonía  ideológica  ha  sido  de  envergadura,  tomando  especial  significado  a partir de la crisis fiscal del Estado en 1973, tanto en el contenido conceptual, al tratar de identificar el núcleo del capitalismo, la primacía del mercado, con la libertad individual, y de ahí a equipararlo con la esencia de la democracia, como en el control de los medios de comunicación en su sentido más amplio, copando y saturando todos los posibles canales de recepción de información a fin de no dejar huecos para  una  acción  reflexiva  o  crítica  por  parte  de  la  sociedad  e  intensificando  este esfuerzo en los momentos de ejercicio de la democracia, en las elecciones.

Tenemos que tener claro que la cultura pertenece al ámbito de la lucha ideológica. Cada  vez  es  más  evidente  que  la  ideología  dominante  intenta  transformarse  en pensamiento único y se configura como uno de los pilares sobre los que sostienen su poder las clases dominantes, de ahí que sea preciso entender la cultura y la política cultural desde el punto de vista de la necesidad de crear un contrapoder que dispute la hegemonía ideológica al pensamiento único neoliberal.

En este sentido los Partidos Comunistas debemos recuperar el espacio perdido en la lucha  ideológica,  como  una  lucha  por  los  contenidos,  pero  que  también  implica romper los monopolios en los circuitos comerciales, que permiten o no la distribución de  contenidos  en  función  de  los  intereses  de  la  clase  dominante,  es  por  tanto imprescindible tener una propuesta propia, de clase, desde el punto de vista de la democratización profunda de la cultura y el control social de los medios de comunicación. Al mismo tiempo que superar el mito de la neutralidad y virginidad de la cultura, ésta aparece atravesada por el problema de la explotación y dominación.

Planteamos la democratización y el pase al sector público del control de las grandes redes y servicios, como la SGAE y otras oficinas, así como de los proveedores privados en Internet. Todos ellos deben pasar al sector público, si de verdad queremos hablar de democratización y libertad del pensamiento, hoy programado desde intereses comerciales y políticos ocultos bajo el sacrosanto valor de la libertad de mercado. Se trata de construir redes, reglas y normas alternativas, diferentes, donde la producción cultural no funcione bajo la determinación de que es o no «distribuible», socializable, cosa que hasta ahora se hace desde los intereses del mercado.

Ante la primacía actual del valor de cambio, de la rentabilidad financiera, de la mercantilización de las cosas, la cultura, la comunicación, las ideas, y las personas, un proyecto alternativo para construir el socialismo en este siglo XXI implica el predominio del valor de uso, de la utilidad social, de dar prioridad a los criterios de rentabilidad social, en definitiva de defender y practicar siempre el principio de servicio público.

Por ello, ante las limitaciones que supone la progresiva privatización de la información y de la comunicación, se trata de plantear la necesidad de la necesidad de un control social del conocimiento.

En la era del avance del capital globalizado, los medios de masas han pasado de estar subordinados al discurso de la oligarquía económica a ser una parte esencial de la misma, la realidad es que unas pocas sociedades controlan a escala planetaria la práctica totalidad de los instrumentos de comunicación de masas, fondos de  pensiones  y  sociedades  que  a  su  vez  están  indisolublemente  ligadas  a  las  restantes esferas del capital transnacional.

Al mismo tiempo la izquierda no dispone de medios de comunicación «afines» o cómplices con el programa o las propuestas políticas que queremos difundir a la sociedad.

Estamos  perdiendo  batallas  a  nivel  planetario,  porque  frente  al  Plan  Capitalista  de control de la cultura no hemos planteado un Plan Alternativo de democratización de la cultura, es urgente por tanto revertir esta situación y ser conscientes de que esta batalla no puede darla un Partido en solitario, sino que tiene que tener un tratamiento tal global como lo tiene el imperialismo.

Desde  esta  realidad,  tenemos  el  reto  de  elaborar  de  forma  participativa  un  programa y una estrategia cultural en el seno de la lucha ideológica y la defensa de valores éticos.

El primer elemento es plantear la necesidad de potenciar los instrumentos de control democrático  de  los  medios  de  comunicación  públicos  en  todos  los  ámbitos  institucionales, con la participación de profesionales y ciudadanos, mediante la creación de Consejos Participativos es una alternativa a la manipulación actual de los mismos y a la concentración en unas pocas manos la información que reciben la sociedad.

Al mismo tiempo tenemos la necesidad de construir un modelo de comunicación y entretenimiento alternativo para la difusión y transmisión de valores sociales, solidarios,  y  democráticos,  es  necesario  construir  elementos  de  comunicación  de  la izquierda alternativa con la sociedad en los que la información alternativa al capitalismo se abra paso, tenemos que potenciar los medios alternativos en sus diferentes formatos, formas y canales de comunicación, ante esta propuesta es posible y necesaria la colaboración y la coordinación en un proyecto común que combata la desinformación y el adoctrinamiento neoliberal, de los medios de comunicación de sistema.

Cada vez es más evidente el papel que los medios de comunicación juegan en la ideologización, en la batalla de las ideas, cultural, social y económica mediante el objetivo de «adocenar conciencias» en favor de los intereses de una minoría.

También se hace evidente la necesidad, no sólo de construir una alternativa a ellos, sino como estructura política de comunicación de ser capaces de contrarrestar a estos medios, romper el bloqueo mediático y sobre todo de cómo llegar a la base social a la que nos queremos dirigir y representar.

En  tanto  que  estamos  inmersos  en  una  lucha  de  clases  y  entramos  de  lleno  en  la «batalla de las ideas» como expresión pública de la lucha de clases y en función de ello tenemos la necesidad de la construcción de un poder alternativo al régimen, es necesaria la concreción de una política de comunicación del partido que, como tal, organice a nuestra militancia y base social a través de nuestras propuestas políticas.

El Partido debe, por tanto, adecuar y actualizar su acción hacia los medios de difusión de masas del sistema para contrarrestar sus actuaciones y efectos. Debemos dirigirnos a la sociedad para realizar una acción política en comunicación eficaz y conveniente para difundir las políticas del partido acordes con el proyecto de sociedad que queremos construir.

 

La introducción de las nuevas tecnologías hace necesario adaptar el concepto de «agiprop» (agitación y propaganda), ya que estas facilitan la difusión y apoyan los trabajos de agitación en torno a las acciones del partido, del proyecto y de los espacios unitarios.

Una  actualización  acorde  con  las  funciones  propias  del  partido  y  del  espacio  que ocupamos  (acción  política,  memoria  histórica,  mundo  del  trabajo,  movimientos sociales,  conflictos  de  clase,  proceso  constituyente,  relaciones  internacionales,  solidaridad, igualdad, etc.) No duplicar, ni replicar el trabajo en los proyectos unitarios (IU, Unidos Podemos, que tienen más una labor institucional). El partido construye un proyecto  ideológico  y  políticamente  amplio  para  la  construcción  del  Bloque  Social  y Político, nuestro proceso es más consolidado que el día a día de la labor institucional.

Por  tanto,  elaboramos  una  estrategia  propia  para  cumplir  nuestros  objetivos.  Esta estrategia debe ser acorde y tener en cuenta los medios con los que contamos, ser integral -comunicación interna y externa-: La militancia mediante mesas en la calle para  el  contacto  con  la  gente  que  adquiere  una  importancia  vital,  las  charlas, debates, jornadas, Mundo Obrero, MO digital y MO Radio, la Web del PCE, las redes sociales (Twitter, Facebook y YouTube), el Informaciones (boletín de información interna), los medios de las federaciones (web, publicaciones, etc.).

En la batalla de las ideas en la que nos encontramos es necesario dar la importancia que tiene a la comunicación y la agitación y poner los recursos necesarios en el marco de la viabilidad económica del partido

Profundizar con el cambio de imagen iniciado en el XIX Congreso con el Manual de Identidad Grafica y realizar una verdadera acción federal en cuanto a la imagen y la comunicación.

Algunos criterios generales para el plan de acción de comunicación:

  1. El cuerpo  del  discurso  deber  ser  elaborado  por  los  responsables  políticos  para  ser  utilizado  en  la  elaboración  del  mensaje  a
  2. Ir allí  donde  está  la  gente,  donde  se  encuentra  nuestra  base  social, teniendo  en  cuenta  la  nueva  composición  de  la  estructura
  3. Realizar acciones  integrales:  medios redes-presencial.
  4. Compromiso colectivo y unitario y combatir tendencia localistas y «chovinistas» en  los  aspectos  de  comunicación.
  5. Uso de  la  imagen  gráfica,  videos,    Que  acompañe  nuestra  acción de  difusión.
  6. Uso del lenguaje adecuado en el marco de nuestro discurso ideológico. g) Elaboración  de  materiales  de  amplio  recorrido  desde  el  uso  digital hasta  la  impresión.
  7. La realización  de  campañas,  no  solo  en  redes,  sobre  las  propuestas  y línea  política  del

 

Por COMITE AGRUPACION

Comité de la Agrupación de Profesionales y Técnicos del Partido Comunista de Madrid

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