Iniciamos el debate sobre documentos del Congreso incluyendo en varias entradas de nuestro Blog las propuestas de la Agrupación del PC de Vicálvaro, que han publicado íntegramente en su sitio web:
2ª Fase del XX Congreso del PCE: reconstruir el Partido en lo organizativo, fortalecerlo en lo ideológico
En breve, después de afrontar una primera fase del XX Congreso del PCE y de llevar a cabo una nueva convocatoria electoral, hemos de afrontar la segunda fase del XX Congreso, que a nuestro juicio, ha de ser histórica. Histórica porque ha de marcar un cambio radical en las políticas del Partido, en su organización interna y en su marco ideológico. No hay que dejar de lado los acuerdos vigentes que se tomaron en la 1ª Fase, los cuales suponen un fuerte cambio de la política del PCE en relación a estos últimos años, en especial aquellos que tienen que ver con la UE y el Euro, con nuestra soberanía y autonomía política en relación con Izquierda Unida así como con nuestra política sindical.
También, queremos hacer constar, que la forma en la que la dirección federal ha convocado el XX Congreso, dista mucho de ser la correcta, como ya argumentamos numerosos camaradas durante la 1ª Fase. Creemos que no se ha buscado fomentar un debate rico y participativo ampliando en dos fases los días en los que se celebraba el XX Congreso, más bien consideramos que se trata de una maniobra para eludir la presentación de un informe de gestión (que auguramos estará vacío de contenido) y la rendición de cuentas por parte de la dirección federal, y en concreto, del camarada Secretario General, José Luis Centella. Una maniobra que ha salido bien, retrasando la segunda fase hasta finales de año, o, posiblemente, hasta 2017, fecha en la que correspondería el congreso ordinario de no ser por la vigente convocatoria extraordinaria. Ante esta situación, creemos que si el propósito inicial de la “convocatoria parcelada” era fomentar y garantizar un debate amplio, la última forma de conseguirlo es retrasarlo de esta forma: hubiera bastado con dos fines de semana consecutivos de debate intenso y participativo, con un número de delegados mucho mayor al que se tuvo, para así garantizar mayor presencia de las bases en el XX Congreso. Por estas razones, hacemos juicio de que retrasar tanto la segunda fase responde a intereses políticos relacionados con el proceso de la XI Asamblea Federal de Izquierda Unida y de las elecciones del 26J, sendos procesos comprendidos entre ambas fases.
Las y los que suscribimos este comunicado, somos militantes de base del PCE, que trabajamos duro y continuo porque el Partido esté presente y visible en las calles, en los centros de trabajo, en los distritos. Todos y todas hemos luchado por, para y desde el Partido, construyendo una referencia de lucha allí donde haya un conflicto, una injusticia o una movilización. Un trabajo que hacemos desde nuestra convicción comunista, desde nuestra conciencia de clase, sin tapujos, sin escondernos en fachadas partidistas. Es por ello que, en el mejor de los casos, los manifiestos, políticas, propuestas, materiales etc, surgen de las federaciones del Partido o de las Agrupaciones de base, por propia iniciativa, con una total falta y ausencia de dirección federal que presente y lleve a cabo una política estatal. Una línea política que los y las comunistas de todo el estado puedan tomar como referencia para adaptarla a las particularidades concretas de cada ámbito de lucha, más allá de lo que puedan hacer las federaciones del Partido o las Agrupaciones de base.
Durante estos últimos años hemos asistido a un abandono total de las Agrupaciones por parte de nuestra dirección, enfrascados en luchas internas y de poder, y olvidándose de la militancia que contra viento y marea han resistido a estos avatares como lo han demostrado en las pasadas elecciones, con una dedicación entusiasta y ejemplar. Tenemos una sensación de abandono, poca preocupación de nuestra dirección por las Agrupaciones, falta de líneas políticas claras o inexistentes, ¿cuántos años llevamos sin oír hablar de organizar cursillos políticos dirigidos a la militancia?
Por todas estas razones, queremos hacer constar una propuesta política de reconstrucción del Partido en lo político y en lo organizativo, pues creemos que todo lo descrito es consecuencia de una estructura orgánica que no permite a las bases pronunciarse y tomar decisiones vinculantes, además de limitar la acción del Partido a debates filosóficos y folclóricos en lo interno, sin una política activa en lo externo y sin rendir cuentas en los órganos pertinentes.