Un partido revolucionario y rupturista nunca debería endeudarse y tampoco depender de las instituciones. Es por ello que la reconstrucción organizativa va ligada a la reconstrucción financiera, planteando mecanismos de financiación autónomos y propios. Se trata de tener una soberanía económica que permita desarrollar al Partido su propia política, con especial importancia en la difusión de ésta. Fomentando la difusión de Mundo Obrero (que hace unos meses no llega a las bases por dificultades económicas) y replanteando su perfil, haciéndolo más atractivo para la sociedad, no limitándose a ser un documento con contenidos únicamente destinados a los militantes. Incentivar, potenciar y modernizar otras ramas informativas, como la Página Web, las redes sociales y el fomento del debate ideológico y formativo de la militancia.