La mejor garantía de tener un partido guiado por la teoría marxista-leninista y los principios del centralismo democrático, es la formación de cuadros del partido, educados en el análisis materialista de la realidad concreta y en la práctica de la crítica y la autocrítica.
Cuadros dirigentes, cuadros teóricos, cuadros de base, cuadros de masas… capaces de dirigir el partido de abajo a arriba y de arriba abajo en todos sus frentes. Cuadros guiados no solo por su buena voluntad o su lealtad al partido sino armados con una amplia formación en la teoría, los principios y los métodos de organización y dirección colectiva.