Este será el primero de una serie de tres artículos. El primero de ellos contextualizara el concepto de «moneda social» contraponiéndolo al actual paradigma de «dinero mercancía». El segundo tratará sobre algunas de las experiencias al efecto y, por último, el tercero pretenderá describir, en todos sus aspectos, incluso el de su materialización técnica, un Proyecto viable tanto económica como socialmente.

PROLOGO

Un ingeniero llega a un pueblo, se dirige a la posada y tras presentarse al dueño le dice:

-Mire Ud. amable posadero, vengo de la Capital, me han encargado un estudio sobre la viabilidad de que la nueva autovía pase cerca de esta villa, como tendré que quedarme no menos de una semana, aquí tiene Ud. mil euros como anticipo a cuenta de alojamiento y manutención. Y ahora me voy a hacer el trabajo que se me ha encargado y volveré para comer.

Y con estas se despide del posadero, que con los mil euros en mano sube al piso de arriba y le comenta a su mujer lo sucedido…y esta le dice.

-Hay que bien marido, con estos mil euros podremos pagar el trabajo que nos hizo el carpintero para disponer de una tercera habitación de huéspedes.

El posadero se dirige a la carpintería del pueblo para saldar la deuda contraída. El carpintero, una vez recibidos los mil euros, se lo comenta a su mujer, que de inmediato le sugiere que con esa cantidad pague al dentista la ortodoncia que le había realizado a su hija pequeña. Dicho y hecho.

El dentista decide que con esos mil euros va a pagar a la farmacéutica los productos que para el desempeño de su profesión le había solicitado y aún debía. Y así lo hace, para alegría de la farmacéutica.

La farmacéutica aprovecha que su marido anda por ahí para comentarle la buena nueva y este le sugiere que con esos mil euros salde la deuda contraída con los posaderos con motivo del banquete de boda de la hija mayor. Y eso hace, se dirige a la posada y entrega al posadero los mil euros, con lo que ambos quedan en paz.

A la hora de comer se presenta el ingeniero en la posada y dirigiéndose al posadero le dice que acaba de recibir una llamada de la Capital en la que le notifican que la autovía no podrá efectuarse debido a los recortes impuestos por el Gobierno y que haga el favor de devolverle los mil euros que entrego a cuenta, cosa que el posadero hace de inmediato.

Más tarde hablando con su mujer le comenta el hecho y esta le responde:

– Menos mal que la farmacéutica nos pagó lo que nos debía por la boda de su hija…que si no…

EL CONCEPTO DE DINERO

Se habla indistintamente de empleo y trabajo como si ambos fueran el mismo concepto.  Una perversión más del capitalismo que debe ser aclarada.

Se entiende  por trabajo la medida o representación del esfuerzo físico o mental que el ser humano realiza sobre les medios de producción para generar riquezas, para producir bienes y prestar servicios y de utilidad tanto para el como para la sociedad.

Y se debe entender por empleo el trabajo remunerado y en una economía capitalista como la actual, una mercancía más de la que obtener una tasa de ganancia, un beneficio, en definitiva, una plusvalía vendiéndola a un precio mayor que su precio de compra. Y ese trabajo se remunera, principalmente, con dinero.

Dinero, en términos generales, será todo medio de pago o compensación, sea moneda o no, aceptado por la sociedad que lo crea y por tanto se define el dinero  como un instrumento que facilita el intercambio de bienes y servicios.

De acuerdo a lo expuesto, el dinero no es, o no debería ser, más que un instrumento y que cuando, de forma generalizada, se le convierte en un fin en sí mismo, es decir en una mercancía acumulable, las contradicciones propias de las sociedades capitalistas se agudizan,  dando  lugar  a:

  • Mayores  injusticias  sociales
  • Un aumento de la distribución desigual de las cargas económicas, sociales y ambientales
  • Actitudes insolidarias generalizadas entre la ciudadanía
  • La despersonalización de las relaciones humanas primando la competencia sobre la cooperación.

Para combatir la mercantilización del dinero y recuperar su función original, nace y se desarrolla el concepto de moneda social o complementaria para recuperar el espíritu con el que nació el dinero.

Las monedas sociales permiten generar riqueza y desarrollo evitando los procesos de acumulación y enriquecimiento, devolviendo al dinero la consideración de no ser otra cosa que un instrumento que permite poner en común las habilidades y capacidades de las personas con las necesidades manifestadas por estas y con la pretensión de buscar una nueva lógica en los intercambios y en la relación de las personas con los recursos naturales y económicos, contrarrestando así el mito de la escasez en el ámbito de la economía y del dinero.

Y es que el dinero no tiene por qué ser escaso tal y como se nos informa, de forma maliciosa e interesada, por activa y por pasiva desde la ortodoxia económica vigente basada en la lógica del beneficio inmediato de unos pocos a consta de la explotación tanto de los recursos naturales como de los recursos y habilidades de las personas.

En una economía solidaria debe entenderse que, frente a la lógica de la economía capitalista, basada en la escasez, la codicia y la apropiación privada del excedente común, la economía de solidaridad se basa en el mutualismo, la cooperación y la autogestión comunitaria, y, sobre todo, en la abundancia puesto que los recursos naturales son abundantes, tan abundantes como las habilidades, destrezas y conocimientos de las personas.

EL CONCEPTO DE MONEDAS SOCIALES

Son sistemas monetarios que se  crean al margen de las monedas oficiales y que tienen como objetivo fundamental la promoción de proyectos económicos y sociales de carácter local, a la vez que aprovechar los activos y recursos locales que no se encuentran dentro de los círculos y circuitos ordinarios de intercambio debido a su “no rentabilidad”.

La implantación de estos sistemas monetarios permite promover transacciones económicas que de otro modo no tendrían lugar por ser la moneda oficial irracionalmente escasa. Son sistemas organizados y gestionados localmente y destinados al intercambio de productos y servicios en un ámbito local.

Por lo tanto y en principio, han de ser sistemas con una dimensión espacial limitada, basados en conceptos de vecindad, solidaridad, conocimiento y confianza mutuos.

Las monedas sociales se basan en el principio de la abundancia de los recursos de una comunidad y de la capacidad creativa, artística, manual e intelectual de todos sus integrantes, ya sean niños, mayores, jóvenes, asalariados, parados, amas de casa, etc., no hace en principio excepción a nadie de la posibilidad de participar en estas experiencias económicas locales.

De acuerdo a lo expuesto, hay numerosas razones que justifican la creación de sistemas monetarios sociales; no obstante, sin ánimo de ser exhaustivos, mencionaremos las cuatro más determinantes, advirtiendo de que existe una estrecha correlación entre ellas:

  • Restricción de los medios de pago oficiales
  • Inflación elevada.
  • Elevadas tasas de interés asociadas a la moneda oficial.
  • Hiperinflación

En concreto, en el caso de la hiperinflación, se dan simultáneamente las tres circunstancias anteriores.

OBJETIVOS DE LAS MONEDAS SOCIALES

El principal cometido de los sistemas monetarios sociales es que el dinero cumpla con su cometido esencial, es decir, que circule y  facilite el  desarrollo  en  el  ámbito  local  y  comunitario, mediante la activación de los recursos disponibles para ello, independientemente de su supuesta rentabilidad para terceros.

Con independencia de estos objetivos principales, podemos enumerar otros y que explican la implementación de numerosas experiencias de creación de sistemas monetarios complementarios en muchos países del mundo, con independencia de su nivel de desarrollo:

  • Proporcionar acceso a la moneda y al crédito a comunidades desmonetizadas.
  • Reducir de la exclusión social y financiera.
  • Poner en valor y cuantificar los recursos económicos locales que no apreciados por el sistema monetario oficial y que generalmente se engloban en la economía informal y en la economía del don.
  • Fomentar los contactos vecinales y de la vertebración de las comunidades locales.
  • Fomentar de la economía del don y de la economía de solidaridad.
  • Formalizar la actividad de la mujer en la economía local, poniendo de relieve la importancia de su papel en la reproducción de la sociedad y de los sistemas asistenciales informales. Los sistemas monetarios sociales hacen mucho más visible el trabajo de la mujer, propiciando una mayor igualdad entre el valor del trabajo masculino y el valor del trabajo femenino.
  • Sustituir los sistemas de control complejos por sistemas de control sencillos y transparentes, autogestionados y fiscalizados por la comunidad.
  • Propiciar salarios más justos y una más equitativa distribución de la riqueza en el ámbito comunitario.
  • Propiciar un mayor ajuste entre el crecimiento real de la comunidad y su crecimiento potencial a través de una mayor y más sostenible utilización de los recursos económicos disponibles.
  • Promocionar el comercio justo y ético
  • Transformar la circulación del dinero convencional, considerado como escaso, en una circulación suficiente y abundante, transparente y gestionada de forma comunitaria
  • Evitar que la riqueza salga del ámbito local, es decir, del circuito de la moneda complementaria. Se trata de una forma de combatir la estrategia esquilmadora de las empresas transnacionales
  • Poner de manifiesto las preferencias colectivas

CARACTERÍSTICAS DE UN SISTEMA DE MONEDA SOCIAL O COMPLEMETARIA

El conocimiento de la economía local es fundamental para diseñar un sistema monetario social. No hay que olvidar que el objetivo fundamental es la puesta en valor de los recursos locales, favoreciendo el intercambio, pero si generar los problemas especulativos asociados a las monedas convencionales.

La caracterización de un sistema monetario de carácter social se circunscribe fundamentalmente a los siguientes aspectos.

  • Complementariedad con la moneda oficial.
  • Control efectivo del sistema por parte de la comunidad (autogestión monetaria).
  • Bajos o nulos tipos de interés asociados a la moneda local.
  • Crédito inicial para fomentar los intercambios.
  • Nacen de la voluntad de los participantes: el dinero nace por el simple acuerdo de los miembros de la comunidad que lo van a utilizar.
  • Sencillez de los sistemas, aunque no hay que obviar la complejidad que implica su funcionamiento práctico.
  • Son monedas de vecindad.
  • Contrarios a la acumulación, y por consiguiente menor desigualdad de la riqueza.
  • Ausencia de inflación (adecuación de la economía monetaria con la economía real).
  • Complemento de un sistema de crédito mutual o microcréditos.
  • Oxidación de la moneda

 

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2 comentarios en «MONEDAS SOCIALES EL DINERO DEL PUEBLO I CONCEPTOS»
    1. De acuerdo a su utilidad objetiva, ni a la infraestructura ni a la superestructura. La moneda es exclusivamente o debería ser un instrumento para facilitar el intercambio de productos entre personas. En una sociedad comunista ni siquiera debería existir. En las sociedades basadas en la explotación de una mayoría por parte de una minoría, la moneda es una mercancía más y en ese sentido formaría parte de lo que consideramos como infraestructura o estructura económica mientras su emisión (la exclusiva capacidad de emitir moneda) correspondería a la superestructura.

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