Saramago fascismo

En los días previos al comienzo de la campaña mi hija me mostró indignada en su teléfono la imagen de la lona de VOX en Madrid tirándolo todo a la basura, la bandera LGTBI, el feminismo, la Agenda 2030 y a partir de ahí me pregunté: ¿por qué tenemos que aceptar esto? Un partido que tira a la basura los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de esta agenda, está diciendo que está en contra de: la lucha por el fin de la pobreza (ODS 1), el objetivo de hambre cero en el mundo (2), la salud y bienestar para todos (3), la Educación de calidad (4), la Igualdad de Género (5), Agua limpia y saneamiento (6), Energía asequible y no contaminante (7), etc… ¿sabe el
votante de VOX (y sus correligionarios del PP), que están en contra de todo esto? Fascismo, racismo, machismo…, todo junto en una lona, pero nadie ha sido condenado por delito de odio


Pero lo que ha colmado mi indignación es el último cartel: la lona colocada por los neonazis de“Desokupa”, con la imagen de Pedro Sánchez y el texto “Tú a Marruecos Desokupa la Moncloa”, y la imagen de su líder fascista con la cabeza rapada gritando de forma violenta. Para empezar, me sorprende que tampoco hayan sido condenados estos personajes por delitos de odio (más que evidentes), pero es que además me preocupa enormemente la imagen de ese cartel, demasiado similar a la propaganda de la Alemania nazi, con un mensaje en que parece que vienen a traernos la “buena nueva” del fin del gobierno de coalición y la sustitución por un gobierno PP-VOX. Desde luego, si esa lona representa al nuevo gobierno PP-VOX, es momento de alarmarnos y mucho, y de que hagamos algo. De nada sirve lamentarnos después, de nada sirve que nos escandalicemos cuando vemos lo que hacen los neonazis en otro país, o que nos indignemos viendo películas sobre lo que pasó en Europa con los fascismos que desembocaron
en la lIª Guerra Mundial. Tenemos otra vez a nuestras puertas a estos personajes. El otro día leía a Gabriel Rufián (ERC) que los describía como “un partido que dice que la culpa de que mi abuela cobre una pensión miserable es de un chico que viene en los bajos de un camión desde
Marrakech
”. Lo resume muy bien también Íñigo Errejón, cuando en una entrevista afirmaba que “El fascismo es siempre esa ideología criminal que le propone al penúltimo, pisar al último…”


Han llegado al Gobierno de Murcia con propuestas como la de derogar la legislación que protege el Mar Menor. En apenas unas semanas, en los gobiernos autonómicos y locales a los que han accedido, han borrado toda referencia a la violencia de género, quitado banderas LGTBI, eliminado carriles bici, negado el cambio climático y censurado textos y obras de teatro, Uno de los perseguidos por esta nueva caza de brujas, el reconocido actor Juan Diego Botto, decía recientemente en un diario: “Ser tolerantes con la censura, aceptarla con la esperanza de negociar con los censores es ir abriendo la puerta a la derrota. La historia nos enseña que se empieza cancelando textos y se termina cancelando personas”.


Aunque ha tenido algunos aciertos, sin duda hay muchas cosas criticables y mejorables en el gobierno de coalición (yo creo que tenía que haber sido mucho más valiente y contundente en medidas sociales, para solventar problemas como el de la vivienda o con los abusos de las eléctricas y los bancos), hay candidaturas en la izquierda que no me convencen en absoluto, incluso algunas personas con los que no comparto prácticamente nada. Pero también estoy convencido de que la solución o las mejoras no pasan por aceptar el mensaje fascista de estas lonas y sus políticas. Es el momento de decir a la gente que hay cosas que no podemos dejar
pasar, y no podemos permitirnos. Y no podemos permitirnos dejar de votar en estas elecciones, porque seremos responsables de que gente como ésta de la lona en Madrid con la cabeza rapada y gritando pueda llegar a gobernar. Insisto en que, si no vamos a votar seremos corresponsables también de ello. En este 23 de Julio, algunos ejerceremos nuestra responsabilidad para frenar el fascismo, frente a otros que muy irresponsablemente apoyen políticas fascistas, pero otros muchos pueden ser cómplices con su silencio, con su abstención. Decía el escritor José Saramago en 1988 “Los fascistas del futuro no van a tener aquel gesto duro
militar. Van a ser hombres hablando de todo aquello que la mayoría quiere oír. Sobre bondad, familia, buenas costumbres, religión y ética. En esa hora va a surgir el nuevo demonio, y tan pocos van a percibir que la historia se está repitiendo
”.


Para rematar la faena, una de las noticias de la semana es que el “emérito” Borbón regresará a España si gobierna Feijoo. En fin…


En estos días de campaña tal vez resulte útil recordar una fábula que circula por las redes: “La hormiga, por odio a la cucaracha, votó al insecticida. Murieron todos, hasta el grillo, que se abstuvo…


Gabriel Ruiz Enciso

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